Diferencias entre PS5 Pro vs PS5: Mejoras, potencia y gráficos de las consolas de Sony
Sony lanza la versión mejorada de su consola de novena generación el 7 de noviembre con mejoras técnicas en el procesador (más en la GPU que en la CPU) y nuevas tecnologías.
La familia de PlayStation 5 creció el 7 de noviembre, cuando Sony lanzó en España y el resto del mundo PS5 Pro, una versión más potente de su consola de novena generación. La máquina tiene un precio de 800 euros frente a los 450 de PS5 (o 550 en el caso de la consola con lector de discos, que no se incluye en el nuevo dispositivo), una diferencia de precio resultante de unos componentes y tecnologías más avanzados para ejecutar los mismos juegos con mejor calidad visual y/o fluidez.
Las especificaciones técnicas de PS5 Pro y PS5
En el manual incluido en la caja de PS5 Pro (concretamente en la guía de seguridad) se enumeran las especificaciones técnicas (sin las velocidades concretas de la CPU y la GPU) de la nueva consola de Sony, que os listamos a continuación antes de comentar las mejoras y las consecuencias de los cambios más relevantes:
Los componentes de PS5 estándar son estos:
Tamaño y peso: Estándar, Slim y Pro
La nueva consola es un poco más grande y pesada que PS5 Slim, pero considerablemente más pequeña que el modelo original:
PS5 con lector
PS5 Edición Digital
PS5 Slim con lector
PS5 Slim Edición digital
PS5 Pro
Las diferencias en la tarjeta gráfica (GPU) ¿Cuántos teraflops alcanza cada una?
El mayor cambio en PS5 Pro está en la "tarjeta gráfica" (las consolas no tienen una tarjeta gráfica como un ordenador, sino un chip conocido como APU en el que se integran procesador o CPU y gráfica o GPU). PS5 tiene un AMD Radeon con arquitectura RDNA 2 que alcanza los 10,28 teraflops y con aceleración para trazado de rayos o ray tracing. Por su parte, PS5 Pro usa la arquitectura más moderna de la misma marca, RDNA 3, y tiene un chip más potente (16,7 teraflops) y un chip dedicado para el trazado de rayos.
Esto supone una diferencia en potencia gráfica considerable (Sony menciona hasta un 45 % mayor) que los desarrolladores pueden utilizar para diferentes cosas: mejoras en la calidad visual de los videojuegos (por ejemplo, efectos más detallados), mejoras en la resolución y mejoras en el rendimiento en los títulos que no estén limitados por la CPU.
Más allá de la potencia, son importantes dos aspectos. Por un lado, esas capacidades mejoradas para el trazado de rayos, que permitirá añadirlo en títulos que no lo usaban o lo usaban de manera muy leve, y mejorarlo en los títulos que lo tenían, para ofrecer una ambientación, iluminación, reflejos y/o sombras más realistas. Por otro lado, la tecnología de reescalado PSSR de la que hablaremos más adelante, pero que si funciona como se espera puede tener consecuencias rompedoras en lo visual.
El procesador o CPU
Como en la pasada generación de consolas, las máquinas intergeneracionales tienen la limitación de que no pueden cambiar demasiado el cerebro del dispositivo pues todos los juegos tienen que ser compatibles con PS5. Sony no ha especificado las velocidades de reloj del procesador de PS5 Pro, pero que no haya pasado a la nueva arquitectura Zen 3 indica que no hay un cambio a considerar.
PS5 estándar tiene un Ryzen Zen 2 de 8 núcleos y 16 hilos a 3,5 GHz, mientras que PS5 Pro porta el mismo chip a falta de saber su velocidad. Esto supone que en los pocos casos en los que un juego esté limitado por la CPU, las mejoras visuales o de rendimiento no serán tan apreciables, pero esos casos son los menos: actualmente la inmensa mayoría de los videojuegos se ven constreñidos por la GPU y la VRAM, que mencionamos a continuación.
Almacenamiento y memoria
Sobre el almacenamiento no hay mucho que decir. Tanto PS5 como PS5 Pro portan el mismo tipo de memoria SSD M.2 ampliable con una velocidad de lectura de 5,5 GB por segundo, pero en el nuevo modelo con más capacidad, pasando de los 825 GB (667 GB disponibles, el resto para el sistema) a los 2 TB (se desconoce cuántos se dedican para el sistema operativo del sistema).
En la memoria sí hay un cambio menor que puede ser relevante en ciertos videojuegos. Tanto PS5 como PS5 Pro tienen 16 GB GDDR6 a 448 GB por segundo, pero la nueva máquina tiene 2 GB DDR5 adicionales. El tipo de memoria deja entrever que no están ahí para los gráficos, sino para el sistema, es decir, que la RAM que el SO de PS5 requiere para operar se trasladaría previsiblemente a esa memoria adicional, dejando más libre para los juegos, unos GB adicionales que se podrían utilizar para cargar texturas de mayor calidad o aumentar la resolución, entre otras cosas.
Las mejoras en la resolución: PSSR y casos concretos
El procesador gráfico más potente y el nuevo chip dedicado al ray tracing son mejoras considerables, pero la novedad más importante para PS5 (y para el futuro de las consolas de Sony) es lo que denominan como PlayStation Spectral Super Resolution (PSSR), una tecnología de reescalado por inteligencia artificial que, se espera, tendrá unos resultados más similares a los del alabado Nvidia DLSS que a los del menos preciso AMD FSR.
Sin entrar en detalles técnicos, lo que logra PSSR es, por ejemplo, hacer que un juego ejecutado a 1080p se reescale a 4K, con un impacto mínimo en la GPU, y que la imagen se vea nítida y sin artefactos visuales, sin que el ojo a simple vista puede detectar errores.
Esto tiene varias aplicaciones cuya viabilidad depende de lo precisa que sea la tecnología y de la pericia de los desarrolladores al aplicarla. La más obvia es aumentar la resolución de juegos que en PS5 estándar no logran ejecutarse a una resolución nativa decente. Pero incluso se podría usar para ejecutar los títulos a una resolución nativa incluso inferior que en PS5, pero con mejores ajustes visuales (añadiendo ray tracing, mejoras en los modelados, etc.), y reescalar la imagen con PSSR con un resultado final mejor.
El PSSR es lo que permite, por ejemplo, queGran Turismo 7 tenga un modo con resolución 8K. Pero también que Dragon Age The Veilguard tenga la exigente oclusión ambiental con trazado de rayos activada en el modo 60 FPS (en PS5 estándar silo disponible en el modo 30 FPS); que Final Fantasy VII Rebirth se ejecute en su nuevo modo "Rendimiento y Gráficos" con mejoras sobre el modo calidad de PS5, pero a 60 FPS muy estables y con mayor nitidez; o que en Alan Wake 2 haya un modo "Calidad de PS5 Pro" que incluye trazado de rayos en tiempo real a 30 FPS o un modo "Calidad" como el de PS5 estándar pero a 60 FPS.
EnRatchet & Clank: Una dimensión aparte hay dos modos: "Fidelidad Pro" funciona a 30 FPS (40 FPS en pantallas de 120 hercios, con posibilidad de desbloquear el framerate en pantallas con VRR) y tiene mejoras en el trazado de rayos en tiempo real, mientras que "Rendimiento Pro" replica el modo "Fidelidad" de PS5, pero a 60 FPS. En F1 24 se puede jugar con trazado de rayos en las carreras a 60 FPS o a 120 FPS si se desactiva el ray tracing.
También hay juegos que mejoran visualmente sin utilizar esta tecnología de reescalado. Es el caso deHorizon Forbidden West , que omite la utilización de PSSR, pero mejora considerablemente la resolución, y por tanto, la nitidez y la calidad de la imagen. Tiene tres nuevos modos: "Priorizar rendimiento Pro" (60 FPS), "Equilibrado Pro" (con mejoras a nivel visual y 40 FPS) y "Resolución Pro" (a 30 FPS con más calidad gráfica todavía).
Mejoras automáticas en los juegos de PS5 y PS4
Otra diferencia entre PS5 y PS5 Pro está en la función Game Boost (que ya estaba presente en PS4 Pro), que se puede activar desde las opciones. Los videojuegos que tengan resolución dinámica y una tasa de imágenes por segundo variable se verán más nítidos o se jugarán con más fluidez respectivamente. Esto también se aplica a los títulos de PS4, donde además hay ligeras mejoras de nitidez, sobre todo en los elementos de la interfaz y en elementos bidimensionales.
La familia de PlayStation 5 creció el 7 de noviembre, cuando Sony lanzó en España y el resto del mundo PS5 Pro, una versión más potente de su consola de novena generación. La máquina tiene un precio de 800 euros frente a los 450 de PS5 (o 550 en el caso de la consola con lector de discos, que no se incluye en el nuevo dispositivo), una diferencia de precio resultante de unos componentes y tecnologías más avanzados para ejecutar los mismos juegos con mejor calidad visual y/o fluidez.
En el manual incluido en la caja de PS5 Pro (concretamente en la guía de seguridad) se enumeran las especificaciones técnicas (sin las velocidades concretas de la CPU y la GPU) de la nueva consola de Sony, que os listamos a continuación antes de comentar las mejoras y las consecuencias de los cambios más relevantes:
- Procesador o CPU: AMD Ryzen Zen 2 8 núcleos (16 hilos) x86-64
- Procesador gráfico o GPU: AMD Radeon RDNA 3 - 16,7 TFLOS (teraflops)
- Memoria: 16 GB GDDR6 / 2 GB DDR5
- Almacenamiento: 2 TB SSD personalizado
- Entrada / Salida: 2 USB Tipo A (SuperSpeed USB 10 Gbps), USB Tipo C (Hi-Speed), USB Tipo C (SuperSpeed USB 10 Gbps), expansión M.2 SSD (Key M) y puerto lector de discos.
- Red: Ethernet, WiFi (IEEE 802.11 a/b/g/n/ac/ax/be), Bluetooth 5.1
- Consumo máximo: 390 W
Los componentes de PS5 estándar son estos:
- Procesador o CPU: AMD Ryzen Zen 2 hasta 3,5 GHz; 8 núcleos (16 hilos) x86-64
- Procesador gráfico o GPU: AMD Radeon RDNA 2 hasta 3,23 GHz (10,28 TFLOS)
- Memoria: 16 GB GDDR6
- Almacenamiento: 825 GB SSD personalizado
- Entrada / Salida: 2 USB Tipo A (SuperSpeed USB 10 Gbps), USB Tipo a (Hi-Speed) [en Slim es Tipo C], USB Tipo C (SuperSpeed USB 10 Gbps), expansión M.2 SSD (Key M) y puerto lector de discos.
- Red: Ethernet, WiFi (IEEE 802.11 a/b/g/n/ac/ax)
- Consumo máximo: 340 W (sin lector)
La nueva consola es un poco más grande y pesada que PS5 Slim, pero considerablemente más pequeña que el modelo original:
PS5 con lector
- Dimensiones: 390 x 104 x 260 mm (ancho x altura x profundidad)
- Peso: 4,5 kg aproximadamente
PS5 Edición Digital
- Dimensiones: 380 x 92 x 260 mm (ancho x altura x profundidad)
- Peso: 3,9 kg aproximadamente
PS5 Slim con lector
- Dimensiones: 358 x 96 x 216 mm (ancho x altura x profundidad)
- Peso: 3,2 kg aproximadamente
PS5 Slim Edición digital
- Dimensiones: 358 x 80 x 216 mm (ancho x altura x profundidad)
- Peso: 2,6 kg aproximadamente
PS5 Pro
- Dimensiones: 388 x 89 x 216 mm (ancho x altura x profundidad)
- Peso: 3,1 kg aproximadamente
El mayor cambio en PS5 Pro está en la "tarjeta gráfica" (las consolas no tienen una tarjeta gráfica como un ordenador, sino un chip conocido como APU en el que se integran procesador o CPU y gráfica o GPU). PS5 tiene un AMD Radeon con arquitectura RDNA 2 que alcanza los 10,28 teraflops y con aceleración para trazado de rayos o ray tracing. Por su parte, PS5 Pro usa la arquitectura más moderna de la misma marca, RDNA 3, y tiene un chip más potente (16,7 teraflops) y un chip dedicado para el trazado de rayos.
Esto supone una diferencia en potencia gráfica considerable (Sony menciona hasta un 45 % mayor) que los desarrolladores pueden utilizar para diferentes cosas: mejoras en la calidad visual de los videojuegos (por ejemplo, efectos más detallados), mejoras en la resolución y mejoras en el rendimiento en los títulos que no estén limitados por la CPU.
Más allá de la potencia, son importantes dos aspectos. Por un lado, esas capacidades mejoradas para el trazado de rayos, que permitirá añadirlo en títulos que no lo usaban o lo usaban de manera muy leve, y mejorarlo en los títulos que lo tenían, para ofrecer una ambientación, iluminación, reflejos y/o sombras más realistas. Por otro lado, la tecnología de reescalado PSSR de la que hablaremos más adelante, pero que si funciona como se espera puede tener consecuencias rompedoras en lo visual.
Como en la pasada generación de consolas, las máquinas intergeneracionales tienen la limitación de que no pueden cambiar demasiado el cerebro del dispositivo pues todos los juegos tienen que ser compatibles con PS5. Sony no ha especificado las velocidades de reloj del procesador de PS5 Pro, pero que no haya pasado a la nueva arquitectura Zen 3 indica que no hay un cambio a considerar.
PS5 estándar tiene un Ryzen Zen 2 de 8 núcleos y 16 hilos a 3,5 GHz, mientras que PS5 Pro porta el mismo chip a falta de saber su velocidad. Esto supone que en los pocos casos en los que un juego esté limitado por la CPU, las mejoras visuales o de rendimiento no serán tan apreciables, pero esos casos son los menos: actualmente la inmensa mayoría de los videojuegos se ven constreñidos por la GPU y la VRAM, que mencionamos a continuación.
Sobre el almacenamiento no hay mucho que decir. Tanto PS5 como PS5 Pro portan el mismo tipo de memoria SSD M.2 ampliable con una velocidad de lectura de 5,5 GB por segundo, pero en el nuevo modelo con más capacidad, pasando de los 825 GB (667 GB disponibles, el resto para el sistema) a los 2 TB (se desconoce cuántos se dedican para el sistema operativo del sistema).
En la memoria sí hay un cambio menor que puede ser relevante en ciertos videojuegos. Tanto PS5 como PS5 Pro tienen 16 GB GDDR6 a 448 GB por segundo, pero la nueva máquina tiene 2 GB DDR5 adicionales. El tipo de memoria deja entrever que no están ahí para los gráficos, sino para el sistema, es decir, que la RAM que el SO de PS5 requiere para operar se trasladaría previsiblemente a esa memoria adicional, dejando más libre para los juegos, unos GB adicionales que se podrían utilizar para cargar texturas de mayor calidad o aumentar la resolución, entre otras cosas.
El procesador gráfico más potente y el nuevo chip dedicado al ray tracing son mejoras considerables, pero la novedad más importante para PS5 (y para el futuro de las consolas de Sony) es lo que denominan como PlayStation Spectral Super Resolution (PSSR), una tecnología de reescalado por inteligencia artificial que, se espera, tendrá unos resultados más similares a los del alabado Nvidia DLSS que a los del menos preciso AMD FSR.
Sin entrar en detalles técnicos, lo que logra PSSR es, por ejemplo, hacer que un juego ejecutado a 1080p se reescale a 4K, con un impacto mínimo en la GPU, y que la imagen se vea nítida y sin artefactos visuales, sin que el ojo a simple vista puede detectar errores.
Esto tiene varias aplicaciones cuya viabilidad depende de lo precisa que sea la tecnología y de la pericia de los desarrolladores al aplicarla. La más obvia es aumentar la resolución de juegos que en PS5 estándar no logran ejecutarse a una resolución nativa decente. Pero incluso se podría usar para ejecutar los títulos a una resolución nativa incluso inferior que en PS5, pero con mejores ajustes visuales (añadiendo ray tracing, mejoras en los modelados, etc.), y reescalar la imagen con PSSR con un resultado final mejor.
El PSSR es lo que permite, por ejemplo, que
En
También hay juegos que mejoran visualmente sin utilizar esta tecnología de reescalado. Es el caso de
Otra diferencia entre PS5 y PS5 Pro está en la función Game Boost (que ya estaba presente en PS4 Pro), que se puede activar desde las opciones. Los videojuegos que tengan resolución dinámica y una tasa de imágenes por segundo variable se verán más nítidos o se jugarán con más fluidez respectivamente. Esto también se aplica a los títulos de PS4, donde además hay ligeras mejoras de nitidez, sobre todo en los elementos de la interfaz y en elementos bidimensionales.