La Fórmula 1 y la Federación Internacional del Automóvil (FIA) confirmaron de nuevo este sábado la disputa del Gran Premio de Arabia Saudita de F1, un día después del ataque a una instalación petrolera en Yedá, cercana al circuito, por parte de los rebeldes yemeníes hutíes.
«Después de las conversaciones con todos los equipos y pilotos, el Gran Premio de Arabia Saudí de Fórmula 1 proseguirá como estaba previsto», precisaron dichas instancias en un comunicado.
«Después del incidente que se produjo el viernes, han tenido lugar largas conversaciones entre las partes involucradas, las autoridades gubernamentales sauditas y las agencias responsables de la seguridad, que dieron completas garantías de que el evento es seguro», añadieron la F1 y la FIA.
Los organizadores del Mundial anunciaron el viernes por la noche que el GP se mantenía a pesar del ataque, que forma parte de una serie perpetrada contra Arabia Saudí la víspera del séptimo aniversario de la intervención militar dirigida por Riad en Yemen para apoyar al gobierno frente a los rebeldes, próximos a Irán.
Pero los pilotos se reunieron después durante más de cuatro horas para debatir sobre su participación en la prueba. Finalizaron la reunión hacia las 02:20 horas locales, antes de abandonar el circuito sin declarar abiertamente su postura.
Sólo uno de ellos, el mexicano Sergio Pérez (Red Bull), se expresó más tarde en Twitter. «Listo y con todo el enfoque en la calificación de mañana», escribió.
Varios dirigentes de escuderías aseguraron por su parte a los medios presentes: «Vamos a correr».
